Despues de la crucifixión de Jesús de Nazareth, las comunidades cristianas seguidoras del Mesias, se multiplican y expanden hacia diversos lugares del mundo a predicar sus enseñanzas. Destaca en este movimiento expansivo, la figura de San Pablo, llamado antes Saulo, que recorrió miles de kilómetros predicando la "Buenanueva" del Cristo.