domingo, 29 de noviembre de 2015

Una Ciencia con Amor

Por Rafael Vargas: 


En su continente y en su contenido, la Ciencia es un medio de conquista del Conocimiento y la Física es una hoja de ese gran árbol de la Ciencia. 

Un momento trascendental para la Humanidad es aquel cuando el niño Albert Einstein recibe el regalo de una brújula de parte de su progenitor, y los ojos tristes de aquel niño inmediatamente cambiaron y a partir de ese instante, podemos decir que se inicia una nueva Era para la Humanidad. 

La pregunta que en el interior del niño Albert Einstein surgió, fue la siguiente: “¿Por qué la brújula, la aguja de una brújula señala, apunta, siempre, siempre hacia el norte?”. Respuesta que su progenitor en ese momento no pudo darle. Sin embargo esta inquietud en el niño Einstein, más tarde, lo llevó a investigar la fuerza de gravedad, la fuerza electromagnética que se mueve en el planeta Tierra de sur a norte, de abajo hacia arriba.

Podemos decir que los filósofos griegos, al hablar de Física, del origen de la materia, han señalado lo siguiente, por ejemplo, Tales de Mileto llegó a decir que el agua es el origen de la vida y de todas las cosas; el filósofo Heráclito, llegó a señalar que precisamente el fuego también era causa de todas las existencias. Por lo tanto, se le llamó “el filósofo del fuego”. Tanto Tales de Mileto, como el filósofo Heráclito, obviamente conforman un conocimiento del fuego y del agua, elementos que se comparten desde el origen de la Creación.

Demóclito a su vez, dijo: “las sustancias están constituidas por unidades indivisibles”, que llamó “átomo”. Más tarde esas unidades llamadas átomos, que según su propia palabra raíz, significa “sin división”, se descubrió posteriormente que sí existen partículas sub-atómicas, partículas en el núcleo y en la periferia de los átomos.

"Si se posee la Gnosis de los grandes misterios arcaicos, es porque al dinamismo revelador de su Ser interno, y gracias a su lealtad doctrinaria, algunos hombres muy sabios lograron aproximarse a ella". 

Samael Aun Weor es precisamente uno de esos sabios. A él le ha tocado develar, aclarar y simplificar muchos temas, que notables científicos omitieron o no han llegado a conocer.

La esencia de esta conferencia está inspirada en todos los temas que sobre ciencia, filosofía y Gnosis en general, transmitiera el propio Maestro.

UNA CIENCIA CON AMOR, UNA CIENCIA QUE TIENE CORAZÓN. 
SEPTIMO CONGRESO GNOSTICO MUNDIAL DE ANTROPOLOGÍA.

Pasemos a examinar la palabra Amor, dentro del eslogan una ciencia con Amor. 

La palabra Amor es en sí misma, demasiado abstracta, bastante difícil de definir, ¿qué es eso que se llama Amor? El Maestro Samael ha dicho que existen tres tipos de amor: amor emocional, amor sexual y amor consciente. Este último sin lugar a dudas, reúne al auténtico amor sexual. No hay que diferenciar entre la palabra Conciencia y Amor ha dicho el Maestro. El que ama tiene Conciencia, el que tiene Conciencia ama. El Amor es consustancial con la Conciencia.

Ciencia sin Amor y Conciencia, apenas sirve más que para darnos una idea de la extensión de nuestra ignorancia. “La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades”, dijo Sócrates. Qué época más extraña. Es más fácil desintegrar un átomo que destruir un vicio. 

El vocablo Gnosis es de origen griego y significa “conocimiento”, en su sentido literal, en un sentido profundo el conocimiento de una ciencia ligada a la explicación de los fenómenos metafísicos y físicos del Universo y del Hombre. 

Al hablar de Gnosis tenemos que señalar distintas columnas que fundamentan al conocimiento como Gnosis: Arte, Ciencia, Filosofía, Religión trascendental.

Arte, la búsqueda de la belleza en todas sus manifestaciones. Ciencia, experimentación. Filosofía, el qué, el cómo y el dónde y Religión, el religar de la Esencia, de la Conciencia en el Absoluto. También tenemos la antropología, la psicología, el esoterismo y la alquimia que sustentan el basamento de la divina Gnosis.

Nos preguntamos, ¿quiénes somos realmente? ¿Cada uno de nosotros qué es, de dónde viene, hacia dónde va? Para poder contestar, necesitamos rebeldía psicológica, necesitamos de la auto-gnosis, del auto-conocimiento, brindar mayor oportunidad a la Conciencia para poder llegar a las propias raíces profundas de nuestro origen.

El miedo, los celos, los dogmas, prejuicios, preconceptos, etc., limitan nuestra capacidad cognoscitiva. La auténtica capacidad de la investigación científica, inteligente y consciente, sólo es posible cuando aprendamos a pensar psicológicamente. Cuando aprendamos a utilizar nuestro campo conscientivo. Cuando aprendamos a pensar y a sentir como piensan y sienten nuestros defectos. De esa forma podremos entonces abrirnos a un camino diferente. Necesitamos establecer una relación con nosotros mismos y por ende con los demás y las demás cosas. Necesitamos establecer una relación con nuestra propia psicología particular para romper el dogma, los prejuicios, los conceptos y los distintos defectos psicológicos que tienen embotellada nuestra Conciencia.

“Hasta ahora la humanidad –dice el Maestro Samael– sólo ha conocido la ciencia oficial y la ciencia oficial no es toda la ciencia del Universo, no creo que ustedes pensarán que la universidad pueda controlar todos los conocimientos universales, cree que la universidad nos da una experiencia para ganarnos la vida y algo más, pero en modo alguno podría controlar toda la ciencia del Cosmos Infinito, así pues, hay una diferencia entre la ciencia oficial y la ciencia pura, tenemos que reconocer nosotros que la ciencia oficial es la suma de todas las teorías aprobadas en nuestro tiempo y ellas cambian constantemente, pero ciencia pura es algo diferente, para entrar en el anfiteatro de la ciencia pura, se necesita haber abierto la mente interior, por lo que debemos dividir los sabios en dos tipos: los que conocen la ciencia oficial y los que han ingresado al anfiteatro de la ciencia pura.

El que tiene la ciencia oficial común y corriente jamás creería en aquellos que están en el anfiteatro de la ciencia cósmica, nunca los aceptaría, porque eso está más allá de su capacidad”.

Tratemos ahora el tema el hombre frente al problema del conocimiento. 

“De los círculos eternos que abren nuestras acciones, no tenemos más conocimiento que el que tiene la piedra cuando cae en el agua y salen círculos, valles y plantas, todos quieren poseer conocimientos, pero pocos están dispuestos a pagar su precio”


Juvenal

“Deja al tiempo todo aquello que quieras conocer debidamente, porque en los primeros ímpetus, nada se lograr ver con discernimiento”. 


Séneca

“El conocimiento acrecienta nuestro poder en la misma proporción en que disminuye nuestro orgullo”. 


Bernard

El hombre sumergido en el Universo, formando parte del Universo, no es consciente de este espacio que ocupa. 

El Venerable Maestro Samael, ha dicho que somos un punto matemático en el Universo, con sumas de valores positivos y negativos. Necesitamos adquirir la sabiduría del Universo, ir cumpliendo con aquella frase antigua de “Homo nosce te ipsum” (Hombre conócete a tí mismo), para poder entonces abarcar el conocimiento profundo. Alcanzar la Esencia del fenómeno debe ser la finalidad del conocer, distíngase entre fenómeno y nóumeno, el fenómeno es lo aparente, el nóumeno es lo esencial. 

La educación del niño, la educación en las escuelas, va dirigida al conocimiento del fenómeno. La educación familiar, la educación en el hogar, va dirigida a un conocimiento de tipo fenoménico, pero necesitamos diferenciar entre el conocimiento objetivo y el subjetivo, necesitamos desarrollar el aparato psíquico, para poder ver, sentir, palpar con los sentidos extrasensoriales.

¿Sabremos acaso diferenciar entre la razón objetiva y la razón subjetiva? Obviamente que la razón subjetiva se alimenta con los datos aportados por los cinco sentidos físicos, tal como en la imagen que proyectamos, todos estamos recibiendo un tipo de impresión y esto es una información subjetiva, nada tiene que ver con el noumeno, la cosa en sí del fenómeno.

Samael Aun Weor ha dicho al respecto, "debemos de hacer una plena diferenciación entre la razón objetiva y la razón subjetiva, es obvio que el niño debe pasar por todos los procesos educacionales: kinder, primaria, secundaria y universitaria, la razón subjetiva del niño se nutre con todos los datos que las diferentes instituciones escolásticas le aportan, más en verdad que ningún instituto docente podría dar al niño o al joven, o al adolescente, datos exactos sobre eso que no es del tiempo, sobre eso que es lo Real". 


Examinemos qué es un concepto, cómo se forma un concepto. Hemos de diferenciar dos tipos de conceptos: los conceptos resultados de las impresiones físicas y los conceptos resultados de las impresiones extrasensoriales.

Del mundo exterior recibimos impresiones que penetran por los cinco sentidos. Estas se transforman en sensaciones. Las sensaciones son físicas y psíquicas, el resultado de ellas, es la formación de la percepción o memoria. El recuerdo de las sensaciones son percepciones. Entonces un concepto es la suma de varias sensaciones. En el orden de entrada de una impresión tenemos el siguiente proceso: 

Impresiones–sensaciones–memoria de las sensaciones o percepciones y por último conceptos. 

Los conceptos forman, originan las palabras y las palabras el lenguaje. Los conceptos son los recuerdos de las percepciones, sin conceptos no hay palabras. Necesitamos pues, entender que la palabra con la cual establecemos relación con nuestros semejantes, es el resultado de una impresión, de una sensación, de una percepción, de un concepto y por último se forma o se conforma el lenguaje.

Dependiendo de la calidad de las impresiones, dependerá la calidad del lenguaje y de la palabra, de ahí la importancia de afinar, mejorar, trascender nuestro propios sentidos físicos si es que queremos convertirnos en científicos auténticos de la sabiduría cósmica. Si los sentidos son defectuosos, serán defectuosos, la sensación, la percepción, el concepto y la palabra.

En la India se habla de mantram, sabia combinación fonética hecha con inteligencia. El mantram es el resultado de una sensación, de una percepción, de una impresión, pero en los mundos de supraconciencia. Así pues, las primeras razas que habitaron sobre la faz de la Tierra parlaban en el oro purísimo de la divina lengua.

Los sabios gnósticos conocen los sistemas de investigación de Oriente y de Occidente. En la Gnosis combinamos la experiencia del desarrollo de los sentidos extra-físicos, de los sentidos de percepción interna, combinamos ese desarrollo también con los sentidos físicos. El microscopio, el telescopio, obviamente nos ayudan en la investigación de lo infinitamente pequeño, el telescopio en lo infinitamente grande.

La sabiduría, la experiencia y el conocimiento de un Isaac Newton, con todos sus conceptos, con toda su ciencia, no es posible utilizarla en el Universo de lo sub-atómico. Ya el conocimiento de un Newton queda para el pasado, ya no podemos utilizar la ciencia de un Newton para estudiar las distintas partículas sub-atómicas de la materia. La física de Newton no es válida en el Universo de lo infinitamente pequeño. El mundo sub-atómico necesita del desarrollo de sentidos mucho más refinados, mucho más sensibles para poder percibir las partículas de la materia. 

Es bueno saber y señalamos este aspecto que consideramos muy importante, nadie ha podido ver un átomo, y mucho menos un electrón. Para poder nosotros tener un centímetro de materia, necesitamos cien millones de átomos, por lo tanto, el microscopio apenas puede traernos la imagen de una forma atómica cien mil veces mayor de tamaño, por lo tanto, oficialmente se sabe que nadie ha visto un átomo en su tamaño original y mucho menos un electrón. El átomo está constituido en una forma maravillosa por un neutrón, fuerza neutra, por un protón, fuerza positiva y por un electrón, fuerza negativa.

Hay dos corrientes en el mundo que luchan por la supremacía: la corriente espiritualista, conformada por las religiones, escuelas y creencias, rinden culto al Dios-Espíritu; las escuelas, las tendencias materialistas, rinden culto al Dios-Materia. La corriente materialista tiene su dialéctica y su didáctica. La corriente espiritualista también tiene su propia doctrina. Tanto los de la derecha, como los de la izquierda, establecen una lucha precisamente en cómo entender el Universo, cómo concebir la Creación. 

Los de la derecha están convencidos de que la materia lo es todo, los de la izquierda están convencidos que el Espíritu lo es todo. La tesis y la antítesis luchan terriblemente y a través de todos los tiempos siempre se ha rivalizado en este sentido. La Gnosis propone un salto a la síntesis, tenemos que pasar a la síntesis para poder reconciliar al Dios-Materia y al Dios-Espíritu, a los de la derecha y los de la izquierda en la parte neutral que sería el átomo. Nos preguntamos, ¿quién tiene la razón, los de la derecha o los de la izquierda?

Sin embargo, la ciencia de la parapsicología ha planteado la urgente necesidad de combinar la ciencia con la religión, de combinar la tecnología con la experiencia mística trascendental. De alguna forma, la parapsicología pretende unir las dos corrientes, la de la derecha y la de la izquierda. El Maestro Samael al respecto ha dicho lo siguiente: “Estamos en el umbral de una revolución cultural científica, pero mientras tanto, los de la derecha y los de la izquierda establecerán una guerra nuclear y después de esto vendrá la paz, la reconciliación, que precisamente será en el átomo".

Todo fenómeno metafísico, sólo puede tener explicación en las partículas sub-atómicas, en la cuarta coordenada, en la cuarta dimensión, en universos paralelos que nos hablan de la existencia de un espacio contenido dentro de otro espacio. Es en el átomo donde la ciencia encontrará el amor, la reconciliación de los de la derecha con los de la izquierda. El Dios- Materia se reconciliará con el Dios-Espíritu en el átomo. Y es precisamente porque un átomo está conformado de materia, de energía y de conciencia, es un trío de formas de energía o vida y de inteligencia. 

Ya los científicos piensan en la posibilidad de principios inteligentes directrices, gobernadores, dentro del núcleo de un átomo. Si vemos al átomo desde el ángulo material, obviamente nos inclinamos al Dios-Materia. Si miramos al átomo desde el ángulo energético conscientivo, descubriremos la presencia de lo divino, de lo inteligente, de lo conscientivo dentro del átomo.

El protón vendría a representar la fuerza positiva, a Brahama en las distintas religiones, a Kheter de la Kábala, a Dios dentro de los latinos, Deus, Zeus, Teos o el Teotl azteca. En el neutrón encontramos al Hijo, representado por Osiris, Krishna, Hermes, Jesús el Gran Kabir, etc., y en los electrones, las partículas que giran alrededor del átomo, encontraremos al Eterno Femenino, encontraremos a Dios Madre, Isis, Isoberta, Tonantzin, María, Maya. Así pues, que los principios de la Trimurti en todas las religiones, son los mismos principios científicos, la Trinidad como Santo Afirmar, Santo Negar y Santo Conciliar, también la encontramos en el átomo.

En alguna ocasión, el Maestro Samael llegó a decir que la electricidad con la cual se iluminan las grandes ciudades del mundo como Nueva York, Francia, Ciudad de México, o cualquier sencilla ciudad o pequeño pueblo, la electricidad viene de los electrones, viene del Eterno Femenino, viene de la energía del Espíritu Santo.

Ahora pasemos al tema del origen de la vida, llegando a la conclusión que en el átomo se podrán reconciliar los de la derecha y los de la izquierda. Para eso tendremos que apelar a la Cosmogénesis, al origen del Cosmos. Si nos preguntamos ¿qué existía antes de la aurora de esta creación? 

Al respecto, el Rig Veda responde:

“No existía algo, ni existía nada;
El resplandeciente cielo no existía;
Ni la inmensa bóveda celeste se extendía en lo alto.
¿Qué cubría todo? ¿Qué lo cobijaba? ¿Qué lo ocultaba?
¿Era el abismo insondable de las aguas?
No existía la muerte; pero nada había inmortal.
No existían límites entre el día y la noche,
Sólo el Uno respiraba inanimado y por sí,
pues ningún otro que El jamás ha habido.
Reinaban las tinieblas y todo el principio estaba velado.
En obscuridad profunda; un océano sin luz;
El Germen hasta entonces oculto en la envoltura,
hace brotar una naturaleza del férvido calor.

¿Quién conoce el secreto? ¿Quién lo ha revelado?
¿De dónde, de dónde ha surgido esta multiforme Creación?
Los Dioses mismos vinieron más tarde a la existencia.
¿Quién sabe de dónde vino esta Gran Creación?
Aquello de donde toda esta Creación inmensa ha procedido,
bien que su voluntad haya creado, bien fuera muda,
El mas elevado vidente, en los más altos cielos,
lo conoce, o quizá tampoco, ni aún El lo sepa.

Contemplando la Eternidad...
Antes que fuesen echados los cimientos de la Tierra,
tú eras. Y cuando la llama subterránea
rompa su prisión y devore la forma,
todavía serás Tú, como eras antes,
sin sufrir cambio alguno en el tiempo.
¡Oh, mente infinita, divina Eternidad!”

Rig Veda

Algunos astrónomos sugieren que el Universo se originó como un gas, que fue contrayéndose de manera general, gradual. Masas de gran densidad que al fin estalló. Pero nos preguntamos: ¿de dónde procede la materia que formó el huevo cósmico? ¿De dónde surgió este extraño gas que gradualmente se expandió y explotó en el Universo? ¿Cómo fue el principio? 

A este respecto la Ciencia Gnóstica contesta: “Obviamente el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, es la causa causora de todo lo que es, de todo lo que ha sido y de todo lo que será”. Al igual que el filósofo Heráclito, compartimos con él el pensamiento de que todo tiene su causa en el Fuego. La inteligencia del Fuego es innegable. El Universo son cristalizaciones del Fuego y en ese Fuego viven y palpitan los Hachím, las conciencias sub-atómicas enseñadas por los sabios indostanes.

A nosotros los gnósticos nos interesa el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, la causa, la raiz de la existencia. “El Universo –ha dicho el Maestro Samael–, son cristalizaciones del Fohat, cristalizaciones del Fuego”. San Pablo llegó a decir: “Dios es un Fuego devorador y los ángeles son sus ministros”. Los mundos nacen, crecen, envejecen y mueren, se transforman constantemente mediante el arreglo de leyes dentro del Fuego. Fohat o Fuego, es llamado “el que penetra”, el que está dentro de todas las cosas. El Fuego está contenido en el agua, en el aire y en la tierra. Dice el Venerable Maestro Samael: “¿Qué clase de sustancia es esa que se burla de los científicos?” En última síntesis, la creación se reduce al Fohat, al Fuego".

Albert Einstein, en su teoría de la relatividad nos habla del Universo curvo y al mismo tiempo nos dice que las galaxias viajan a través del tiempo y del espacio, que no son fijas en el espacio, que no son fijas en la Creación. Esas terribles palabras de Einstein cuando afirma que el Universo tiende a la curvatura, tiende a cerrarse en un círculo, en aquel tiempo sorprendió a la humanidad entera. Hoy hasta la saciedad está demostrado que el Universo es curvo y que no existe una línea vertical, ni existe una línea horizontal, porque todo está sujeto a la curvatura o huevo cósmico.

Hablemos ahora de la materia. Se le puede definir como sustancia, naturaleza, etc., etc. Nosotros afirmamos que los científicos no conocen la materia separada de la energía. Realmente no saben en forma certera de la existencia de universos paralelos. La materia, tal como se señala hoy en día, es la que simplemente pueden percibir los cinco sentidos. Pero la materia está escalonada en distintas categorías del espacio. Existen doce categorías de la materia, doce sales zodiacales, doce hidrógenos básicos, fundamentales, que son derivados de la sustancia primordial, única.

Cuando los científicos logren la perforación de la cuarta dimensión, mediante la ayuda del telescopio de neutrinos, será posible entonces, darse cuenta de que la materia se comporta en una forma diferente en otros espacios, en otras dimensiones. Una cosa es la manera como se comportan los átomos durante la Manifestación, durante la Creación, durante el Día Cósmico, y otra cosa es como se comporta la materia en el Caos, en el Pralaya, en la Noche Cósmica, en el Caos.

Es bueno saber que la constitución del átomo, desde el punto de vista de la Ciencia Gnóstica es séptuple. Un átomo está constituido por siete dimensiones. Apenas los científicos conocen una sección de lo que es el átomo. En su raíz, en su parte más elevada el átomo, descansa en una estructura consciente llamada Átomo Anú. Anú entre los fenicios representa al equivalente del Cristo, el Átomo Anú es el Átomo del Caos, es el Átomo que organiza las distintas partes de la materia sub-atómica.

Es bueno saber que la materia está sujeta a los procesos evolutivos e involutivos, pero ¿qué saben los científicos acerca de la Ley de la Reabsorción? Se puede decir que la tierra no sirve para sembrar porque está cansada. El Venerable Maestro Samael dice: “Cuando los átomos se reabsorben en Anú, entonces perece un árbol, perece la rosa, perece el animal, perece el humano, perecen los mundos, los soles, las galaxias. Anú maneja la Ley de la Reabsorción, podemos destruir la forma de la materia, pero no la sustancia, porque esta continuará siempre existiendo en otras dimensiones del Cosmos".

El principio que origina la Creación es el Fuego, el principio que disuelve la Creación es el Fuego; el principio que origina el Fuego es el deseo de saber, el principio que disuelve al Fuego es el anhelo de Ser. El fuego arde en el reino mineral, en el reino vegetal, en el reino animal y obviamente en el estado humano y divino.

En esta imagen que proyectamos de Psiquis y de Eros, Eros viene a representar el fuego, Psiquis viene a representar la sustancia, lo mismo que los orientales llaman Purusha y Prakriti, lo mismo que los científicos han denominado materia y energía, lo mismo que los cristianos han denominado el vino y el pan de la Santa Eucaristía, el cuerpo y el alma del Señor, el cuerpo y el alma de todo lo existente.

Finalizamos esta conferencia con palabras de ese gran científico gnóstico de nombre Samael Aun Weor: “Un silbido dulce y apacible exalta las abrasadoras llamas de nuestros sentimientos más puros, entre las ascuas ardientes del Universo, crepita la vorágine de los hijos del fuego, sentimos el chisporrotear de las llamas y el aura de la Diosa Madre del Mundo, nos envuelve en un esposamiento más puro, nuestro cáliz es de oro, es de plata y es ardiente como el fuego solemne del Universo. Hijos de la tierra, escuchad a vuestros instructores, los hijos del fuego, la doctrina que nosotros enseñamos, es la doctrina del fuego, los libros que hemos escrito han sido con carbones encendidos y entre el crepitar incesante de las llamas, hacemos llegar el conocimiento secreto a la humanidad entera. Todos los libros sagrados han sido escritos con carbones encendidos, rendirle hermanos culto al fuego, trabajar con el fuego y os aseguro en nombre de la verdad y de la justicia que seréis liberados. Hoy por hoy, vosotros todos, sois carbones apagados”.




Rafael Vargas